Se registraron varios hechos alarmantes en las últimas semanas, conductores que se vuelven violentos cuando los agentes cumplen con su labor de hacer cumplir la ley.
Los agentes de Tránsito de la Municipalidad de Salta enfrentan a diario un entorno hostil, donde en las últimas semanas fueron blanco de agresiones verbales y físicas por parte de algunos automovilistas y motociclistas. Su labor, enfocada en organizar la ciudad y hacer cumplir las normas viales, es obstaculizada por quienes no respetan las reglas de tránsito y encima se enojan.
El pasado viernes por la noche, un equipo de Tránsito de la Municipalidad de Salta, se desplazó al Paseo Balcarce en respuesta a numerosas quejas de comerciantes y transeúntes, quienes denunciaban la presencia de decenas de motocicletas mal estacionadas y automóviles en las veredas, lo que entorpecía el paso de los peatones y daba una imagen negativa al lugar turístico.
Durante el operativo de despeje, un inspector detectó una motocicleta Motomel Tuning de color negro sin chapa patente. Tras intentar localizar al propietario sin éxito, se decidió trasladar el rodado al depósito municipal en la avenida Artigas. Sin embargo, la situación se complicó cuando el supuesto dueño de la moto llegó al lugar acompañado de dos personas más. Estas personas comenzaron a agredir verbalmente a los agentes de Tránsito y a dos policías presentes, cuestionaban el procedimiento y obstaculizaron el trabajo de las autoridades.
La situación escaló rápidamente de forma violenta. Más personas se unieron al incidente, empujando a los inspectores, lo que provocó que uno de ellos cayera al suelo y otro recibiera un golpe en la cabeza con un palo. Además, se registró el lanzamiento de "huevos" hacia los inspectores por parte de quienes se cree que son empleados de los mismos locales gastronómicos que se habían quejado previamente por las motocicletas.
El acto de violencia no se detuvo allí. La base de un cono de seguridad fue dañada y el móvil de Tránsito fue dañado en una de las cubiertas de la rueda delantera, aparentemente perforada con un objeto punzante (cuchillo carnicero). Ante la situación, los agresores intentaron llevarse la motocicleta secuestrada, la cargaron sin mostrar ningún tipo de documentación que acreditara la propiedad del vehículo y sin identificarse, pero finalmente fue secuestrada.
Este hecho pone en evidencia la urgente necesidad de que la Justicia Salteña se comprometa a dar directivas claras, rápidas y oportunas para enfrentar situaciones como esta, garantizando la seguridad y el respaldo necesario a los agentes que solo buscan hacer cumplir las normas y asegurar la seguridad vial de todos los ciudadanos.
El maltrato hacia los agentes de Tránsito ha ido en aumento. Otro de los casos alarmantes que se reportaron fue que un hombre, furioso por haber sido sancionado, arrojó dinero de manera despectiva a un agente y trató de agredirlo físicamente, todo por ser advertido de que estaba en falta. Todo esto se suma a la gravedad de lo ocurrido en la noche del viernes, una efectivo policial que se encontraba en un control vehicular a cargo de la Policía Vial, fue violentamente colisionada por un automóvil que se dio a la fuga.
Los agentes de Tránsito no buscan complicarle la vida a nadie, sino organizar la ciudad para que todos podamos convivir de manera ordenada y segura. Es momento de que la comunidad reconozca y respete su labor, que es fundamental para el bienestar de todos.
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