“Ayer con la apertura de sobres para licitar la construcción de la autopista del Valle de Lerma se avanza definitivamente en una obra histórica para la provincia, porque fue prometida y anunciada durante años, pero será la gestión encabezada por el gobernador Gustavo Sáenz, con fondos provinciales, la que finalmente la concretará”, indicó el dirigente del peronismo salteño Gastón Galíndez, quien además destacó el esfuerzo que realiza la provincia en el mantenimiento de las rutas.
“La nueva ruta viene a salvar el colapso de la ruta nacional 68 que ya quedó obsoleta para la cantidad de transito que soporta diariamente y que Nación no tenía ni en miras solucionar”, expresó el referente peronista.
La autopista se hará, como ya sucedió en la circunvalación oeste, mediante un modelo de financiamiento innovador a partir de una iniciativa privada declarada de interés público.
Serán 22 kilómetros que llegarán hasta El Carril, y está diseñada con una proyección a 50 años, para la circulación de 40.000 vehículos diarios. La provincia ya comenzó con los tramites de expropiación de los terrenos por donde pasará la nueva traza.
“Pero además la obra viene a solucionar otro reclamo especialmente de los ciudadanos de La Merced y Cerrillos, que cada verano ven como se inundan sus calles y sus casas, porque la obra incluye un canal colector pluvial, que evitará este flagelo que se repite año a año con el inicio de las lluvias”, advirtió Galíndez.
“Sin dudas estamos ante la obra de mayor magnitud de las últimas décadas en la provincia y que beneficiará la producción, el turismo y la seguridad para miles de salteños”, expresó.
Ruta 5 en marcha
Pero Galíndez también señaló que “si bien la nueva autopista es el futuro de la provincia, hay otra obra vial que es presente, porque en un contexto en el que Nación se desentendió del mantenimiento de las rutas, el gobierno de Salta no se quedó cruzado de brazos y con recursos propios avanza con la repavimentación de la ruta 5”.
Actualmente se está terminando la primera etapa de 30 kilómetros entre Lumbreras y Ceibalito, que era la más deteriorada, y de esta manera se recupera un camino fundamental para la producción y se gana en seguridad para que los vecinos puedan trasladarse sin riesgo a sufrir un accidente por el deterioro del pavimento.
“Hay que destacar el trabajo que viene haciendo Vialidad Provincial y la decisión firme del gobernador de encarar esta obra, para la que inclusive ordenó que se instale la planta asfáltica en Las Lajitas”.
Y una vez terminada esta etapa, las tareas se van a trasladar al tramo entre Luis Burela y General Pizarro y que se complementan con tareas de enripiado en la RP 52 (conocida como Juana Azurduy) hasta el empalme con la RP 41.
“Claramente queda demostrado que no nos vamos a quedar paralizados si es que Nación no manda los fondos necesarios para las obras, por el contrario con los recursos disponibles, bien administrados y mucho trabajo e ingenio, vamos dando respuestas a las obras necesarias y reclamadas por los salteños, concluyó Galíndez.
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